El autor humano escribe con su estilo, pero bajo la inspiración divina, de modo que lo escrito en realidad es palabra de Todopoderoso.Figuraí que hoy te animo a reflexionar sobre estos dos salmos y a encontrar consuelo en ellos. Confía en Dios en todo momento y alaba su nombre, porque Él es digno de toda alabanza y devolución.Los Salmos 91 y 9